Página 196 - Galerias_pautas_2013

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- PRESENTACIÓN
La desiluSión de la certeza
o la ilusión de la incertidumbre
Para empezar, la idea de hacer una propuesta curatorial para el Pabellón
Artecámara (PAC) puede sonar como un contrasentido: ¿cómo abordar una
curaduría cuando se desconocen las obras y los artistas que conformarán
el proyecto?
Curaduría versus juraduría
PAC funciona como un salón: artistas de todo el país –sin representación
comercial– y menores de cuarenta años, aplican sin restricciones temáticas
o de medios y, a partir de las propuestas, el curador hace una selección. En
este sentido, el trabajo de curador se acerca peligrosamente al de un jurado
único. El deber del jurado es calificar y emitir un veredicto como forma de
administrar justicia. Sin embargo, el rol del curador está desvinculado de la
justicia, es un ejercicio de interpretación. Un curador articula un conjunto de
obras, propone narrativas, establece diálogos entre obras y, en los casos más
afortunados, potencia la experiencia de los espectadores. Así pues, en una
primera instancia, se hace necesario trazar algunas estrategias (curatoriales
o dictatoriales – según por donde se vea–) para no sucumbir al facilísimo de
lo políticamente correcto, de las cuotas regionales, de una (adecuada) repre-
sentación nacional y, en definitiva, de “lo justo”. Pero, ¿de dónde deben partir
estas estrategias cuando, en un primer momento, no se conocen los contenidos
de lo que será la exposición?
Juan Sebastián Ramírez / Curador de Artecámara, 2013