Página 161 - Revista_Confluencia

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C
ultura
de
paz
y
cultura
de
la
legalidad
:
cinco
conflictos
dentro
y
entre
los
campos
Llevado a un extremo el ejemplo más elocuente de la incompatibilidad
entre fondos y formas sería el
newspeak
en la novela de George Orwell,
1984
10
. En aquella novela, Orwell se refería al
newspeak
(neolengua) cuyo
objetivo último era precisamente ese: romper las asociaciones entre fondos y
formas mediante lamanipulación del lenguaje. Así, el ministerio encargado
de hacer la guerra se llamaba
Ministerio de la Paz
; el encargado de la tortura
tenía el nombre de
Ministerio del Amor
y el encargado de la propaganda
gubernamental era conocido como el
Ministerio de la Verdad
.
Ya fuera de la literatura, el problema es ilustrado con sencillez: con
frecuencia las instituciones educativas religiosas enfrentan problemas para
impartir cursos de religión en países con gobiernos laicos (por ejemplo
México). Para sortear el problema, tales instituciones tienden a recurrir a
trucos simples pero efectivos como incluir en los currículos cursos bajo el
título de “Civismo”, “Valores socioculturales” o “Ética” cuando en realidad
el contenido es, básicamente, enseñanza religiosa
11
. De este modo, cumplen
con las normas
de jure
, pero no
de facto
. Es decir, su cumplimiento es sólo
formal, pero no real, haciendo del engaño (por el uso deliberado de la
inconsistencia entre fondos y formas) una política escolar.
Al ser la cultura de la legalidad un concepto técnico muy difundido
–y en un cierto sentido, normado– por los estudios en el área del derecho,
las posibilidades de manipulación discrecional deliberada por parte de
quienes podrían buscar utilizarlo para disfrazar contenidos de diferente
naturaleza son mucho más limitadas de lo que son en el caso de la Cultura
de la paz. ¿Por qué? Porque los estudios de paz en tanto área profesional,
apenas están en proceso de construcción y difusión en muchas partes del
mundo –particularmente en América Latina–
12
. Este subdesarrollo ha
facilitado un uso indiscriminado del término “cultura de paz,” mismo que
10
Orwell, G. 1984. DeBolsillo. México, 2013.
11
Entre los centros educativos que hacen uso de esta práctica académico-administrativa de manera
cotidiana se encuentran la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Centro universitario privado ubicado en la conservadora ciudad de Puebla y que a lo largo de
los años ha sido señalada como refugio de diversos movimientos conservadores radicales de
inspiración confesional como el Frente Universitario Anticomunista (FUA) en los años setenta
y la Organización Nacional del Yunque –movimiento de ultraderecha ligado al Partido Acción
Nacional (PAN)– a fines del siglo XX. Además de cursos universitarios, la UPAEP cuenta con
instalaciones y programas de enseñanza media superior reconocidos oficialmente por las
autoridades educativas en los que los cursos de “Civismo,” “Valores,” “Ética” y “Filosofía” que
hemos referido son la norma y no son exactamente opcionales.
12
Un indicador del grado de subdesarrollo institucional en América Latina sería la cantidad de
facultades que ya cuentan con programas de estudio en el área de estudios de paz. Por poner
el ejemplo de México. Siendo un país de 120 millones de habitantes, en 2013 sólo cuenta con
dos programas de maestría que –al menos en el nombre– se reconocen dentro de los estudios
de paz, uno público (el de la Universidad Autónoma del Estado de México) y otro privado (el