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F
ernando
M
ontiel
T.
sea armónico en la relación fondo-forma) pero que no tenga como referente
una base real en materia de sistemas jurídicos es un programa endeble. El
caso inverso es otra presentación del mismo problema: un programa de
cultura de la legalidad, sólido en cuanto a la inspiración que recibe del
sistema jurídico del que abreva, pero que no tiene vasos comunicantes con
las exigenciasmínimas de la cultura de paz está condenado a lamediocridad
–o incluso, a la brutalidad– y como en caso anterior, nace defectuoso y
limitado por incompleto. (Fig. 6).
Figura 6: Quinto conflicto:
Desbinculación entre culturas
Fondo
Forma
Rigidez Flexibilidad
Rigidez Flexibilidad
Necesidades
básicas
Amplia Limitada
Cultura
de la paz
Limitada Amplia
Desvinculación
Sistemas
jurídicos
Amplia Limitada
Cultura
de la
legalidad
Limitada Amplia
En un cierto sentido, en este quinto problema se contienen algunos
de los debates más relevantes de las ciencias sociales: la pertinencia –e
incluso la legitimidad de la existencia misma– de conceptos como el
“derecho del enemigo”
13
, las “guerras justas”
14
, las “guerras preventivas”
15
y el “derecho de intervención”
16
son algunos de los ejemplos más acabados
en el campo del derecho.
13
El exponente más reconocido de este concepto es Günther Jakobs, especialista para quien deben
existir regímenes jurídicos especiales anulando la igualdad ante la ley.
14
El exponente más reconocido de este concepto es Michael Walzer, autor del libro Guerras
justas e injustas (Ed. Paidós, 2001) para quién existen circunstancias en las que la guerra es
moralmente aceptable.
15
En el circuito de la política internacional quien hizo famosa esta doctrina fue el presidente de
los Estados Unidos, George W. Bush para justificar el ataque en contra de Irak enMarzo del 2003.
16
Este es un concepto que ha sido –y sigue siendo– discutido en los círculos eruditos del
derecho internacional. Ver por ejemplo de Seara Vázquez, M.
Derecho internacional público
.
(Ed. Porrúa, 2006).