Revisión 4 adaptada para Colombia
CIIU Rev. 4 A.C.
17
La clasificación por actividades de cada unidad está determinada por la clase de la CIIU en la que está in-
cluida la actividad principal, que puede consistir en un conjunto de actividades. Para determinar la activi-
dad principal se toman en consideración todas las actividades, pero al clasificar cada unidad solo se tiene
en cuenta la actividad principal. Al clasificar una unidad, no se tienen en cuenta las actividades secunda-
rias y auxiliares. Las actividades principales de la unidad pueden determinarse en general por los bienes
que vende o expide o por los servicios que presta a otras unidades o consumidores. Las descripciones y
las notas explicativas de las diferentes clases de la CIIU deben utilizarse para determinar las actividades
realizadas en referencia a las categorías de la CIIU, y atendiendo no solo a la estructura de producción,
sino también a la de los insumos, y lo que es muy importante, al proceso de producción.
Lo ideal sería poder determinar la actividad principal de la unidad por referencia al valor agregado de los
bienes vendidos o los servicios prestados. El criterio de valoración pertinente es el
valor bruto agregado
a
precios básicos, definido como la
diferencia entre la producción a precios básicos y el consumo interme-
dio a precios de compra
.
a. Indicadores indirectos del valor agregado.
En la práctica, no siempre es posible obtener la información
sobre el valor agregado de productos individuales. En tales casos se recomienda que para determinar
por aproximación la actividad principal se recurra a otros criterios como los siguientes:
• La proporción de la producción bruta de la unidad atribuible a los bienes o servicios asociados con
cada actividad.
• El valor de las ventas de esos grupos de productos.
• Sueldos y salarios imputables a las diferentes actividades.
• Horas trabajadas atribuibles a las diferentes actividades.
• La proporción de personas empleadas en los diferentes tipos de actividad.
Tales criterios de sustitución se pueden utilizar como indicadores indirectos del valor agregado desco-
nocido, para llegar a tener la mejor aproximación con el resultado que se hubiera obtenido utilizando
los datos del valor agregado. El uso de criterios de sustitución no modifica ni los métodos aplicados
para determinar la actividad principal ni las reglas del método descendente. Tales indicadores son solo
aproximaciones operacionales de valor agregado.
La utilización de los criterios de sustitución mencionados puede ser a veces engañosa, en particular
cuando la estructura del criterio de sustitución no es directamente proporcional al valor agregado que
se desconoce.
b. Problemas que plantean los indicadores indirectos basados en la producción.
Cuando se utilizan las
ventas (volumen de negocios) o los envíos como indicador sustitutivo del valor agregado, resulta in-
mediatamente evidente que en algunos casos el volumen de negocios y el valor agregado no guardan
correspondencia. Por ejemplo, el volumen de negocios de las actividades comerciales contiene una
proporción de valor agregado mucho menor que el de las actividades manufactureras. Otros ejemplos
son el volumen de negocios de los agentes expedidores y el de los contratistas generales. Incluso en el
sector manufacturero la relación entre las ventas y el valor agregado resultante puede variar de una ac-
tividad a otra y dentro de la misma actividad. Si una parte considerable de la producción se incorpora
a las existencias y por lo tanto no se vende en el mismo período, la utilización del valor de las ventas
como indicador puede conducir a una flagrante subestimación del valor agregado. Además, en algunos
casos, como en las actividades de intermediación financiera o de seguros, el concepto de volumen de