Versión de HTML Básico
6
- PRESENTACIÓN
Atrás quedaron los tiempos en los que los artistas jóvenes invertían la
mayor parte de sus energías en estar en el Salón Nacional, en los Salones
Regionales (para escalar al Nacional), o en los desaparecidos Salón de Arte
Joven, Bienal de Bogotá o Salón Rabinovich, cuando exponer en galerías
era secundario, pues el mercado era tan restringido que poco o nada se
vendía o, simplemente, no había espacio para los jóvenes que no hubieran
pasado por una larga cadena de avales institucionales. Sin embargo, esta
nueva condición dominante del mercado no deja de ser problemática, pues
así como antes muchos artistas sucumbían a las demandas de un circuito
institucional –citando solo un ejemplo local, lo que se llamó “el reinado de la
instalación” del Salón Nacional–, hoy es fácil ver cómo el mercado ha moldeado
la producción de los artistas emergentes.
La demanda establecida
Se puede decir que el PAC ha sido cómplice del mercado. En algunas de las
versiones previas –a las que he asistido– podía pensar que
x
obra estaba
“lista para colgarse en la sala de una casa”, que la exposición se apresuraba
a responder al mercado establecido y que se limitaba a presentar la “nueva
oferta” para el siguiente artBO, sin salirse mucho de las temáticas, formas y
medios favorecidos por lo que el mercado busca en el arte joven colombiano.
En este punto, sería ingenuo pensar que, cualquiera que fuera el resultado
de la exposición, esta podría circunvalar el mercado, cuando éste está diez
segundos atrás de las prácticas artísticas más radicales y cuando, hace rato,
absorbió las prácticas inmateriales, efímeras,
time-based
, relacionales,
étcetera. Por el contexto en el que se desarrolla (dentro de artBO), cual-
quier exposición que se haga dentro del programa del PAC será, en últimas,
la presentación de una oferta a ser asimilada por el mercado. Esta particular
condición de la exposición es tan latente que no puede ser ignorada y debe
ser asumida sin ambigüedad.
El proceso de domesticación
Así pues, una exposición del PAC puede equipararse a un proceso de domesti-
cación. En esta domesticación, después de un largo proceso de selección y en
aras de una mayor aplicabilidad al modelo económico del mercado, se evitan
los cruces de las formas salvajes con las especies domesticadas. Lo que las
lógicas del capital persiguen en este tipo de exhibición es la consolidación
de un arte donde la incertidumbre de lo salvaje haya sido mitigada o erra-
dicada, para generar una sensación de seguridad y confianza, consideradas
necesarias para la buena salud del mercado. Es idealista pensar que se podría
revertir el proceso de domesticación introduciendo formas salvajes que se
cruzaran con las especies domesticadas. No es posible tal cosa. Dentro del