Página 172 - Revista_Confluencia

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suele “tocar” sólo algunos de ellos, el espacio de la red familiar, o la red de
los amigos, o la del trabajo, el colegio, la vecindad o los negocios.
El drama de la polarización político-social dentro de un país es que puede
llegar a involucrar todo el espacio vital de las personas, porque la política se
infiltra en todos los dominios de nuestras vidas. Está en la familia, en el bar
y en el club, en los colegios, en el trabajo, en los barrios y en los negocios.
Esto es lo que pasaba en Venezuela de forma muy marcada entre los años
2002 y 2004 cuando el CentroCarter (C.C.) me convoca para ser representante
permanente en Caracas de la Fundación presidida por Jimmy Carter.
Otro tipo distinto de polarización es la que se da entre dos países
diferentes. Este es el caso de la confrontación entre Ecuador y Colombia en
los últimos años, donde también tuve el privilegio de trabajar en el rol de
mediador junto a Jimmy Carter, como representante del C.C. en América
Latina.
Veamos ambos casos.
1. La experiencia en Venezuela
Al poco tiempo de llegar y al comenzar a conversar no sólo con los
actores políticos de gobierno y oposición (con los que trabajábamos
formalmente en nuestro rol de terceros), sino con la gente común con la que
uno se relaciona al vivir en un lugar, me impactó la extensión y el nivel de
la polarización en la sociedad. En casi cada conversación aparecía alguna
referencia al conflicto político, y a pesar de la bonhomía y el buen humor
característico de este maravilloso pueblo caribeño y latino, muchas veces
se respiraba tensión y desconfianza en los ámbitos más insospechados,
como el club deportivo, el colegio de los chicos, un restaurante… etcétera.
Mi experiencia de comenzar a moverme por una ciudad que no conocía
y de tener que desplazarme de un lado a otro para entrevistar a personas
afiliadas a un bando u otro del conflicto, yendo a la zona del centro a ver a
los chavistas o al este de la ciudad a ver a los opositores, fue la réplica de la
experiencia que enfrentaba al cambiar el programa de noticias de un canal
de televisión estatal a un canal privado. Y cuando logré comenzar a tener
algunas conversaciones de mayor confianza con actores del conflicto de uno
y otro lado, pude ver con toda claridad cómo el virus de la confrontación
se había filtrado hacia sus esferas privadas y todo su universo vital estaba
impregnado por la polarización política entre chavismo y antichavismo.
Hermanos separados, amigos enfrentados, vecinos aislados, sectores