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F
rancisco
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Correa y Álvaro Uribe sino también con su equipo de colaboradores
directos. Tanto algunos de los miembros del GBD, como esos colaboradores
cercanos, nos abrieron puertas de acceso a ciertos circuitos de influencia
que nunca hubiéramos visto y nos brindaron información y consejos de
enorme valor para nuestra tarea. Algo que, en el desempeño del rol de
mediador es de primera importancia.
Igual que en el caso de Venezuela, el enfoque fue el de extender y
profundizar los contactos con personas clave de ambos lados, construir
relaciones personales de confianza con gran transparencia y respeto por la
autonomía de los decisores, y apoyar el desarrollo de la tarea en principios
y valores, acercándonos todo lo posible a cada lado.
2. Sostener el rol de tercero con eficacia.
Como mediadores frente a los
gobiernos tomamos una actitud proactiva permanente que nos permitió
desplegar varias iniciativas dirigidas a romper la dinámica de confrontación
polarizante.
Propusimos primero, en abril de 2008, un ejercicio de construcción
de confianza apoyado en pequeños pasos unilaterales. El ejercicio fue
expresamente autorizado por ambos presidentes y se inició muy bien,
pero en la mitad fracasó por declaraciones públicas del presidente Correa
en México, consideradas por el presidente Uribe una ruptura del acuerdo
secreto que se había alcanzado
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.
El segundo movimiento, fue proponerles el restablecimiento de las
relaciones diplomáticas, sólo a nivel de encargados de negocios, a través de
una batería de tres comunicados públicos seguidos (primero Carter, luego
Colombia y finalmente Ecuador). Se acordó el texto y los comunicados se
hicieron públicos el 6 de junio de 2008. Sin embargo, el restablecimiento
no se concretó luego por el estallido de nuevas declaraciones cruzadas a
nivel de presidentes. Con la facilitación de la OEA se había acordado una
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Hubo un cruce de declaraciones públicas entre los días 13 y 14 de abril emitidas por cada uno
de los gobiernos y que pueden rastrearse en los archivos de la presidencia. Desde el Centro
Carter nos vimos obligados a emitir un comunicado también, que salió el 15 de abril con el
siguiente texto:
En referencia a los comunicados de prensa publicados por los gobiernos de Ecuador y Colombia en
días anteriores, en los cuales se menciona al Centro Carter, nos permitimos aclarar lo siguiente:
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, y el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, conversaron
telefónicamente con el expresidente de los Estados Unidos de América, Jimmy Carter, la última
semana de marzo y, luego de ello, el personal del Centro Carter condujo un intercambio de
mensajes confidenciales y con bajo perfil entre ambos gobiernos. Hubo pequeños acuerdos
confidenciales confirmados por ambos presidentes al expresidente Carter telefónicamente la
semana anterior. Nuestro rol ha sido el de facilitar las comunicaciones y como tercero imparcial
no estamos autorizados a revelar las conversaciones mantenidas durante nuestros encuentros.
Ambos gobiernos han reiterado su deseo de seguir contando con la asistencia del Centro Carter.