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P
olarización
política
y mediación
internacional
.
experiencias
y
reflexiones
personales
fecha para el intercambio de las cartas credenciales de los encargados de
negocios cuando apareció en el Diario
Página 12
de Argentina una entrevista
a Correa en la que él decía, entre otras cosas, que Ecuador era quien fijaba
los tiempos en el restablecimiento de relaciones con Colombia porque había
sido el país ofendido, frente a lo cual Uribe decidió “postergar” la fecha
fijada para el intercambio. Correa se enojó tanto que declaró que no haría
ningún acuerdo con Colombia hasta que no hubiera allí otro gobierno.
Luego de este segundo fracaso, la conflictividad escaló y la confrontación
se tensó aún más, profundizándose la polarización. El C.C. manifestó
públicamente que respetaba las decisiones soberanas de los gobiernos y
que, dada la situación, no actuaría como tercero mientras su intervención
no sea requerida por ambas partes. Aclaramos también que sí seguiríamos
apoyando la iniciativa ciudadana del GBD. En esta coyuntura se vivieron
momentos de zozobra entre nosotros como terceros, pues no sabíamos si
habíamos perdido la confianza de los gobiernos también. No fue así.
La tercera vez se inició con una visita de Jimmy Carter a Quito, que fue
seguida de un ejercicio de mediación secreta con los cancilleres en Atlanta.
Carter generó allí un puñado de propuestas concretas para salir del
conflicto que los cancilleres adoptaron y que los presidentes de ambos países
ratificaron luego (con pequeñas adiciones). Sin embargo, nuevos incidentes
entorpecieron la ruta del acuerdo. El fiscal ecuatoriano decidió perseguir
al exministro de defensa, Juan Manuel Santos, y un juez de frontera libró
una orden de captura a Interpol, incluyendo a los altos jefes militares
colombianos. En simultáneo aparecieron videos de jerarcas de las FARC
diciendo que contaban con el apoyo del gobierno de Correa y que habían
contribuido económicamente en su campaña. Todas estas circunstancias
volvieron a tensar la relación y a posponer las conversaciones directas que
habíamos promovido. Luego de casi tres meses de gestiones oficiosas y
conversaciones discretas, fue posible culminar con el comunicado conjunto
de septiembre mencionado más arriba. Ese comunicado contiene todas las
“propuestas Carter” así como la “hoja de ruta” para la implementación de
esas propuestas que, a pedido de las partes, generamos nosotros.
Varios otros actores internacionales, además del Secretario General de
la OEA, intentaron gestiones más o menos oficiosas. Hablamos conmuchos
de ellos y siempre hubo coincidencia en que solamente los presidentes
podrían destrabar la situación. La polarización generada e impulsada
desde las máximas autoridades de ambos países, generaba en la mayoría
de los potenciales terceros (al igual que en los colaboradores o seguidores
de cada uno de ellos) una marcada inhibición. El riesgo de ser públicamente