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(b) la priorización de los elementos altamente competitivos entre las
partes y (c) la identificación del ‘otro’, por cada una de las partes, bajo la
caracterización de ‘enemigo’. En lo que aquí interesa, lo más relevante
de este modelo de conflicto son las consecuencias que se derivan de la
identificación de una relación de rivalidad. Cuando los actores consideran
a la rivalidad como un elemento definitorio de su relación se suelen
generar tres consecuencias importantes:
(1) aumento del pensamiento de suma cero, esto es, cada parte empieza
a asumir que todo lo que el otro consiga en el conflicto implica una
pérdida para él y viceversa, de esta manera, los actores no perciben
la existencia de una ganancia o pérdida conjunta,
(2) un incremento de la desconfianza, esto es, cada uno de ellos asume
que el otro no tiene, ni tendrá, en consideración los intereses ajenos a
la hora de tomar decisiones. Consecuentemente, no haymanera de que
se tienda a buscar opciones que hagan compatibles sus intereses y
(3) la incorporación de un contexto interpretativo negativo, es decir, cada
acción de una de las partes es automáticamente interpretada por el
otro en términos negativos (no cooperativos).
La suma de estas tres consecuencias genera, al decir de los autores que
han estudiado este tema, un aumento de la percepción o expectativa de
la escalada. Dicho en otros términos, un conflicto basado en una relación
de rivalidad tiene mayores posibilidades de escalar que un conflicto no
basado en la rivalidad. Ahora bien, si se asumen las distinciones que
hasta aquí he presentado, creo que la conclusión que se seguiría de esta
caracterización no es simplemente que hay mayores probabilidades de que
un conflicto basado en la rivalidad escale, sino más bien que hay mayores
probabilidades de que escalen y de que esta escalada sea de disolución del
conflicto. Esto es así, porque lo que los actores inmersos en un procesos de
rivalidad difícilmente pueden considerar es la posibilidad de una escalada
constructiva. Conformadas las cosas en base a un pensamiento de suma
cero, a una desconfianza en aumento y a un contexto interpretativo negativo,
la posibilidad de que las partes asuman la búsqueda de un proceso de
resolución (escaladas constructivas previas) o de un acuerdo (escaladas
constructivas durante) parece imposible o, al menos, muy poco probable.
Veamos nuevamente este punto en el caso de las papeleras:
Creo que se puede mostrar cómo los actores implicados en el corte de ruta
responden precisamente a un modelo de rivalidad. En primer lugar, las
manifestaciones de aquellos que participaron de estos cortes responden a un
pensamiento de suma cero “...En el estadio fueron colgadas una veintena de