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i. Formas de violar la cláusula de exclusividad
Aunque dicha cláusula genera una protección recíproca a las partes, en muchas oportunidades el
franquiciador abusa de su posición dominante generando resultados perjudiciales para el
franquiciado que ostenta una posición, en la mayoría de las ocasiones, inferior. El negocio del
franquiciante es lograr la explotación de su establecimiento, es decir, para continuar en el
mercado tiene que vender su franquicia continuamente. Esto conlleva a una saturación del
mercado y a un quebrantamiento de las cláusulas de exclusividad territorial inicialmente
pactada
Esta consecuencia es nefasta para el franquiciado, que verá disminuir sus ingresos,
mientras que para el franquiciante es indiferente el nivel de ventas que tenga el establecimiento,
pues el contrato estipula un monto fijo mensual que no responde a ninguna variable. Como
resultado se tiene un continuo aumento de capital del franquiciante (tanto por las ventas de la
franquicia, como por los pagos periódicos) y un vertiginoso declive de los ingresos del
franquiciado.
De igual forma, se genera una desventaja territorial cuando el franquiciado decide abrir nuevos
puntos de venta en las zonas con mayor probabilidad de éxito y destina los lugares más alejados
para la franquicia. Esto resulta engañoso para el franquiciado, ya que él parte de la base que el
franquiciante le ofrecerá una negocio ventajoso.
Se aconseja tener presentes estos abusos al momento de la celebración del contrato para no
sufrir sus consecuencias.
8
Purvin Jr, Robert L. (1995). Fraude en las Franquicias
.
México: CECSA. p. 16.