Página 123 - Observatorio de Seguridad en Bogotá No. 44

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Observatorio
de seguridad en
Bogotá
Para entender el ascenso vertiginoso de los homicidios en
los últimos años de los ochenta y principios de los noventa,
el estudio de la FIP demuestra que el Cartel de Medellín se
inscribió en la ciudad aliándose con sectores de esmeral-
deros y este acuerdo –que se expresó por medio del uso
de la violencia– acabó acaparando los principales nichos
delincuenciales y criminales de Bogotá. Pero no fueron los
bombazos y los homicidios selectivos que propició el Cartel
de Medellín los que explican el ascenso de los homicidios.
Fue la dinamización simultánea de las estructuras y redes
delincuenciales que existían, lo que activó muchas disputas
al interior del crimen organizado e intensificó la violencia en
todos los focos de la capital.
En el análisis de la FIP, es claro que a partir de 1994 empie-
zan a disminuir los homicidios en la ciudad, precisamente
por efecto de esas alianzas. “A diferencia de Cali y Medellín,
donde con frecuencia las disputas entre organizaciones
criminales al servicio del narcotráfico están en el trasfondo
del elevamiento de los niveles de violencia, en Bogotá, el
afianzamiento de una alianza entre sectores de esmeralde-
ros y narcotraficantes explicaría que las disputas no hayan
sido la nota predominante”, explica Escobedo. Esta alianza
–según el informe de la FIP– se ha perpetuado por cerca de
dos décadas.
A esto se suma, en los últimos años, la acción de las autori-
dades y la consolidación de redes y estructuras criminales
y delincuenciales en zonas muy precisas. Este ingrediente
elimina de tajo las confrontaciones internas de estas estruc-
turas ilegales, algo que incide directamente en la disminución
de los homicidios en la capital.
El estudio también afirma que hasta los años ochenta la
violencia se concentró en focos ubicados en el centro de
la ciudad, y que desde entonces empezaron a surgir focos
en zonas periféricas como la dominada por Los Pascuales.
Estas crecieron en la primera mitad de los años noventa y
adquirieron su nivel más elevado en 1996.
En la radiografía que hace Escobedo de Bogotá, han habido
nueve focos donde se han concentrado los homicidios en los